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Victoria Cardona: “La solidaridad fue un punto muy importante en el confinamiento”

Nuestros mayores. Entre el sufrimiento y la esperanza, editado por Luciérnaga, sello de Editorial Planeta es el último libro de Victoria Cardona en donde a través de su experiencia nos relata situaciones y reflexiones que fácilmente compartiremos con ella porque todos de alguna manera las hemos vivido. Estamos hablando de que esta preciosa obra es una necesaria reflexión, entre el sufrimiento y la esperanza, sobre cómo han vivido las personas mayores y sus familiares estos meses de pandemia.


Es una historia conmovedora la que cuentas en el libro. ¿De dónde nace escribirla?

Estuve durante todo el confinamiento escribiendo este libro que no es muy largo pero es muy vivido. En donde relato mis recuerdos, mis sentimientos e incluso cuento cosas sinceras como que yo no era mucho de llorar porque siempre me he dominado bastante en ese tema. Me volqué en el sentido de escuchar a mis amigas confinadas, de escuchar alguna noticia positiva, de ver iniciativas solidarias de personas que se sacrificaban para acompañar o hacer llegar un aliento a los enfermos. La solidaridad fue un punto muy importante en el confinamiento. Este libro me ha servido para volcar mis sentimientos durante estos meses.

Como madre y como abuela ha sido complicado no poder darles un abrazo o no estar con ellos en estos momentos tan duros

Ha sido muy complicado. Yo pienso que es verdad que cuando los niños han sido pequeños y los abuelos los hemos atendido, les hemos dado besos y abrazos, los hemos acompañado de excursión o hemos pasado alguna noche con ellos porque sus padres no podían resulta que cuando son mayores nos quieren muchísimo. Ellos nos devuelven todo multiplicado cuando son mayores y, cuando son adolescentes también les haces gracia porque son un poco vulnerables. Los que somos mayores estamos en la lucha de irnos adaptando a los cambios. Todo lo que hemos hecho con ellos de niños lo vemos recompensado porque se vuelcan mucho con nosotros.

En mi libro he puesto una carta que me envió mi nieta que estaba en Londres porque se veía como ella añoraba no poder coger un avión para estar con nosotros las 24 horas. Yo les eche mucho de menos y es algo que ha sido duro para muchas personas.

Gracias a tu libro creo que vas a ayudar mucho a los lectores a replantearse sus prioridades y así centrarse más en lo esencial

Yo creo que lo que nos ayudó y nos está ayudando actualmente es que hemos dado más importancia a lo que es esencial. Lo que es esencial es vivir en familia, convivir con tranquilidad y con serenidad. Hemos tenido más tiempo para estar en casa, hablar más y, todo esto, ha servido para la convivencia buena, serena y para la unión familiar. Yo creo que esta puede ser nuestra esperanza. En el futuro apreciaremos más el cariño que damos y recibimos en la vida de familia y, también, apreciaremos más la amistad. De toda esta convivencia y cariño que hemos dado y recibido siempre nuestros mayores tienen que ocupar un sitio principal porque están llenos de sabiduría, han dado amor a manos llenas y ellos son los que nos recuerdan quiénes somos y de dónde venimos. No podemos permitir que ningún abuelo se encuentre solo.

El libro lo divides en tres partes: sufrimiento, aprendizaje y esperanza

Cuando iba a escribir pensé en la forma en la que iba a repartir la información. Pensé en que una cosa es el sufrimiento y el dolor. A través de ellos vamos a buscar el amor y como un sufrimiento a veces nos hace más fuertes. Luego, pensé en el aprendizaje y quizá destaque la convivencia más reposada. Luego, un aprendizaje importante es que somos todos muy organizados y resulta que el virus nos hizo ver que no somos omnipotentes. El ver que no sabemos todo quizás nos ha hecho ser más humanos, sencillos, humildes y podemos estar más cercanos a los nuestros y a los demás.

Yo diría que estos dos aprendizajes como es el saber valorar más la vida de familia y el saber escuchar más o el ser más sencillo y no tan prepotente son muy importantes para un futuro mejor. Y, la tercera parte que fue la esperanza yo diría que no puedo estar en la vida sin ella, sin vivir con alegría y sin el humor. Es muy importante vivir al día y saber agradecer y perdonar es lo que da la felicidad.

Has querido enriquecer el libro con anécdotas, fábulas, vivencias, comentarios… De los que te contaron cuál recuerdas con mayor cariño o profundidad

A mí hubo dos cosas muy sencillas que se hicieron y que considero muy importantes. Una amiga mía que supo que iba muy mal en las residencias para protegerse empezó a hacer en su casa con bolsas de basura las batas para el personal sanitario. Luego, me gustó mucho otra amiga mía que con sus nietos organizaba concursos para ver quien había hecho mejor una redacción o el pastel de las monas de pascua…

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