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Toni Hill: “La novela intenta reflejar la vida en un barrio en los 70”

"Tigres de Cristal" está siendo todo un éxito entre los lectores. Foto: M. Tobajas

Toni Hill publicó su primera novela El verano de los juguetes muertos en 2011 que fue un completo éxito de ventas y de críticas, tal fue que sus derechos fueron vendidos a casi una veintena de países. Los buenos suicidas (2012) y Los amantes de Hiroshima (2014) completaron la exitosa trilogía de novela negra protagonizada por el inspector Héctor Salgado. En 2017 publicó Los ángeles de hielo en donde ofrecía al lector una historia de intriga psicológica que penetra en los rincones más oscuros de la mente humana en unos años marcados por la guerra y la tensión social.

Su última publicación es Tigres de cristal. Una novela con una trama intensa y llena de secretos en donde el autor transporta al lector a un barrio mítico del cinturón rojo de Barcelona, tanto en los años setenta como en la actualidad. En esta historia los personajes se ven atrapados por un conflicto que marcó sus vidas y, en donde la lealtad, el silencio y la venganza juegan un papel fundamental.


Pregunta.- Tigres de cristal es el título de su última novela, ¿cómo está siendo la acogida por parte de los lectores?

Respuesta.- La verdad es que bien. Siempre me sorprendo porque después de las tres primeras novelas que de alguna forma trataban un tema en común y la gente estaba como enganchada a la serie, cuando haces algo distinto como ya me pasó con Los ángeles de hielo piensas que igual no les puede gustar. De esta novela en concreto me están llegando algunos mensajes diciéndome que les está gustando mucho y que les está sorprendiendo porque es distinta y esto también es bueno.

P.- Secretos, adolescencia, adultos que se reencuentran. Es una novela que tiene muchas tramas

R.- Sí, de hecho la historia comienza en la infancia, es como la historia de dos vidas completas que empiezan en la infancia, pero luego hay un salto de 37 años y no vuelven a reencontrarse hasta casi los 50. En general, en la vida de las gentes hay muchos temas, pero sí que es una novela más global y no tan centrada en descubrir quién mató a quien. La novela intenta reflejar la vida en un barrio en los 70, la forma en la que esos personajes salieron de ese barrio y como están ahora.

P.- Uno de los temas que trata en la novela es el acoso, tema que actualmente se encuentra de auge, ¿por qué quiso tratar este tema?

R.- Así como otros delitos no han evolucionado nada, es decir, si matabas a alguien en los 70 prácticamente lo matas igual que ahora, con el robo es lo mismo, en cambio el acoso sin perder la esencia que sigue siendo la misma ha cambiado mucho en todos estos años con la introducción de las redes sociales. En el caso del acoso físico es mucho más visible con lo cual es más fácil frenarlo. Yo siempre digo que ha hecho como una especie de mutación para poder seguir existiendo. El acosador y el acosado son los mismos, pero los medios y el efecto han cambiado mucho.

P.- De los años 70 a nuestros días se nota ese cambio que se está produciendo

R.- Sí, porque en los 70 no existía como tal porque se consideraba como algo normal. Te decían ya te espabilarás y eso era lo peor de todo. La reacción natural era volverte más fuerte, pero también había casos extremos donde ya intervenían los adultos. En general, no se le daba la importancia que realmente tenía, se pensaban que eran cosas de críos. Ahora, sí que se le da la importancia que tiene aunque han encontrado la manera de atacar por otro lado.

P.-  ¿Por qué ha decidido ambientar la novela en el barrio de Barcelona?

R.- Es un barrio de una ciudad cercana a Barcelona y decidí coger ese escenario porque fue el barrio de mi adolescencia. Yo estudié ahí de los 14 a los 18 años y tenía ganas de hablar de ese barrio. Supongo que a medida que te haces mayor te entra una especie de nostalgia o de querer reivindicar un espacio que en el fondo ha sido bastante olvidado. Era un barrio poblado sobre todo de inmigrantes andaluces y extremeños, un barrio que se creó de la nada en cuatro días y es un barrio que de alguna manera simboliza bastante bien la integración que hubo en los años 70 de distintas poblaciones y sensibilidades.

P.- ¿Cómo influye el barrio en los personajes de esta historia?

R.- Era un barrio algo marginal. Por ejemplo, cuando yo llegué a la universidad y dije que había estudiado en ese barrio la gente se pensaba que le ibas a robar la cartera. En los 80 fue un barrio más marcado por las drogas, por aquella delincuencia sin organizar y esa es la fama que le quedó porque los casos eran muy notorios, pero también había gente muy normal, no todo eran delincuentes y no todo el mundo se drogaba. Yo he intentando reflejar todo en la novela, pero la verdad es que la mayor parte de la gente era muy normal que lo único que habían hecho era irse del campo a la ciudad para trabajar en una fábrica en lugar de en un cortijo. Esa era la base de la población, pero luego un barrio donde no había colegios porque llegan años después y los niños estaban en la calle. Aunque luego hubo de todo, sí que era un barrio que daba una sensación de abandono donde era fácil caer en todas las tentaciones.

P.- ¿Han sido los personajes una de las partes más complicadas a la hora de escribir esta novela?

R.- Sí, no tanto porque hubiera muchos personajes porque ya en las anteriores había muchos sino porque son muy de ahora. Lo que tengo que conseguir es que la gente se identifique y reconozca en ellos. Los que más me han costado han sido los adolescentes de ahora porque de alguna manera tu mentalidad no es la misma, pero, en el fondo, cuando lo piensas las inseguridades de una niña de 15 años son más o menos las mismas ahora que las de los años 80. Varían los parámetros y las costumbres, pero normalmente uno no se siente dueño del mundo a los 15 años.

P.- ¿Cómo ha sido mezclar el paso del tiempo entre el presente y el pasado?

R.-  Hay que planearlos y hacer una estructura. Las novelas además de toda la parte creativa y la de revisión también, hay una parte previa que es montar como el armazón. En este momento es cuando tienes que decidir las partes que va a tener y entonces yo introduje cada una de esas partes con un capítulo que pasaba en los 70. Hay que hacer como un mapa mental y, a partir de ahí, si te sale bien luego es solo seguir una pauta que tú mismo te has marcado. No es más difícil que trabajar en un solo tiempo porque también te distraes y es mucho más divertido.

P.- Un tema de los que habla en la novela es que siempre solemos caer en los mismos errores

R.- Sí, es que yo creo que es verdad. Los personajes que se meten en un lío cuando son críos, de adultos los líos cambian. Ya no te enfrentas al matón del colegio, pero te enfrentas a todo un mundo mucho más complejo porque no es una amenaza puntual. A la hora de la verdad y de enfrentarse a los problemas uno no puede evitar ser como es. En esta novela, al final, podemos ver como algunos personajes repiten los errores y otros no porque han aprendido en el proceso de la novela y ya no los repiten. Por ejemplo, Miriam que es la hermana del chico que murió en 1978 es un personaje que realmente en esta novela sí que aprende a no cometer los mismos errores y lo va haciendo a lo largo de la novela hasta llegar a un punto donde asume el cambio.

P.- En la novela toca todos los matices del acoso, victimismo, venganza o justicia

R.- Claro es que al abordar 40 años de la vida de la gente te da pie a meter todos los temas que te apetezcan, incluso algunos surgen del propio conflicto del personaje. Me gusta mezclar las cosas para que tampoco sean blancas o negras. Al haber un abanico tan amplio de personajes hay que hacerlos funcionar de una manera natural y te dan pie a tocar todos los temas.

P.- ¿Qué va a ser lo próximo que se va a poder leer de Toni Hill?

R.- Todavía no estoy trabajando en nada, me lo tomo con calma porque acaba de salir esta novela. Primero me gusta disfrutarlo, segundo hay que ver cómo reacciona la gente y tercero suelo cambiar mucho, de la intriga gótica ambientada a principios del siglo XX a esto que he realizado ahora hay un mundo de diferencia. Tengo que encontrar una idea que me seduzca lo suficiente y me ilusione.

P.- ¿Qué otros libros recomendaría a los lectores?

R.-  Me gustó mucho Laëtitia o el fin de los hombres de Ivan Jablonka que trata sobre un caso de asesinato de una adolescente donde ves claramente como interviene la prensa, los políticos, la justicia… y es una historia que a mí me pareció muy interesante sobre todo porque es una historia real y estremecedora porque ves la manipulación a través de todos.

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