Pablo Rivero: “El lector se va a encontrar con una novela inquietante”

Pablo Rivero nos presenta su novela "Penitencia". Foto: Romero de Luque
El actor y escritor Pablo Rivero nos presenta su segunda novela Penitencia. Tras el éxito de la primera No volveré a tener miedo, ahora nos traslada al mundo de Jon Márquez un actor de la serie más longeva de la televisión Killing Neighbors (en la ficción) que decide dejar atrás esa vida. Huyendo de la fama se va a una casa en la montaña, lo que no se espera es que cuando llega allí la realidad supera a la ficción.
¿Con qué se va a encontrar el lector en Penitencia?
Es una novela que va poco a poco sembrando, es inquietante, en donde el personaje te parece reconocible aunque sea muy distinto a ti, que te va descubriendo cosas y como en la realidad a raíz de las situaciones normales de repente algo se gira o se trunca y te puedes ver inmerso en una pesadilla.
El lector se va a encontrar con una novela inquietante que parece que te lleva por unos sitios, pero que tiene una serie de giros que no te esperas. Lo bueno de Penitencia es el viaje tan grande que hace el lector y que cuando acabe se dirá cómo he podido llegar hasta aquí desde el punto en donde empezó la novela. Creo que el punto fuerte es la trama.
¿Cómo nació esta historia?
Nació hace muchos años por una experiencia negativa que tuve con una vecina. En la casa en la que yo vivía, ella tenía dos ventanas que daban a mi terraza y desde el primer día me dejo las cosas claras de una manera muy desagradable. Lluego tenía todo el rato la sensación y la certeza que estaba muy presente, que era alguien que la tenía observando, espiando y amenazando. Yo estaba en un momento muy positivo porque justo me había cambiado de casa y fui descubriendo el poder que tiene la gente porque tu igual te empeñas en proyectar algo y cómo alguien te puede arrastrar hasta el peor de los males y llega a sacar lo peor de ti.
Utilice el personaje de Jon porque creo que era muy agradecido. Un actor que huye de su personaje y que proyecta una nueva etapa de su vida y, la realidad le da una serie de circunstancias o de casualidades que le hace vivir unas experiencias peores de las que está huyendo y de las que tenía en la serie de ficción.
¿Podemos decir que a través de esta experiencia personal que viviste elegiste este escenario para la novela?
Creo que la novela negra siempre tiene un punto peliculero y yo intento que sea realista para que te lo creas más. Además, creo que los hechos reales al final son más siniestros y dan mucho más miedo que toda la fantasía.
Para mí en la novela negra hay una diferencia entre las que son estereotipos, historias que ya están contadas en donde lo importante es la trama, pero los personajes en sí te dan igual, los puedes cambiar de una a otra. Para mí, es muy importante, supongo que por mi trabajo de actor, crear unos personajes muy contundentes. Yo creo que en Penitencia tenía que hablar de cosas que yo conociera para darles una verdad. Siempre pienso por qué escribo yo esta historia y no la escribe otro. La escribo porque tengo todo esto que contar. El personaje juega un poco con la metáfora del personaje que se adueña del actor y que está en su esencia. Si este personaje es un asesino en serie imagínate la lucha que tiene que pasar él, sobre todo, cuando está intentando salir de ese encasillamiento por parte de toda España porque es muy famoso y lo conocen muchísimo.
A mí esto, aparte de que dramáticamente me viene muy bien para todo lo que cuento, me sirve para hablar y dar a conocer al lector los entresijos de la profesión, habla de los representantes, de la forma en la que funciona todo en el tema de la publicidad, de los pactos que se hacen para dar a conocer un producto por redes sociales, de la construcción de la imagen de un lector, la forma en la que se rechazan personajes, de lo que depende la fama, como a veces repudias de ella y otras veces la necesitas. Creo que era muy rico para la historia que quería contar. Yo intento crear un personaje que sea especial y que te acuerdes de él.
¿Cómo ha sido para ti la creación de los personajes?
Es en lo que más disfruto. También, en hacer la trama y su tela de araña para que todas las piezas encajen, que nunca termines de saciar la curiosidad y la intriga. Parece que has resuelto una parte, pero siempre quede algo más hasta la última página y así cuando lo cierres te quedes satisfecho. Pero, los personajes en este caso han sido muy satisfactorios porque esto es una novela muy psicológica, que estás todo el rato en la mente de Jon y por lo que se la pasa por la cabeza. Yo creo que hay muchas partes mías.
En este caso, ¿ha sido complicado ponerte en la piel de Jon a la hora de escribir?
No, yo creo que cuando escribes sobre algo, cuando abordas un tema tanto de interpretación como en la literatura tienes que saber que puedes jugar con ello. Es un poco lo que le pasa a Jon. Él deja de hacer ese personaje porque se da cuenta que ya no lo maneja, que hay algo que le duele, que le afecta, ya no se divierte y ya no está cómodo haciéndolo. En mi caso es todo lo contrario.
Por lo tanto, yo he jugado con partes que conozco como la profesión, el miedo y experiencias que he tenido. Yo me he permitido jugarlo y extra dimensionarlo. Yo no soy tan famoso, ni muevo tanto dinero y, tampoco tengo tanto poder como el personaje de Jon. Al final, en esta profesión se trata de unir todos estos elementos para generar este impacto en el lector.
Nos trasladas por un viaje emocional con consecuencias inesperadas tanto para el protagonista como para el lector
Creo que está ahí ese factor sorpresa y creo que no tiene que ver tanto con el actor como con la vida en general. Al final, la vida se basa en casualidades, en giros y, además, yo creo que a todos nos ha pasado. Por ejemplo, no quieres tener pareja y justo te enamoras o te quieres tomar un año sabático y te llega el mejor trabajo que has tenido nunca. La vida funciona así y creo que todo el mundo se puede sentir identificado porque es muy representativo.
El libro habla mucho de la búsqueda personal. Es un personaje que está todo el rato rehuyendo de su naturaleza y de quien es. Esa búsqueda la tenemos todos y creo que el libro habla de cosas muy generales que todo el mundo las puede conocer.
Penitencia es un thriller psicológico en donde vas creando una tensión poco a poco. ¿Te ha costado mucho plasmar esa sensación?
Esa es la parte más difícil de cuando escribes. Yo me imagino esa historia, el principio, el final, lo que quiero contar y el personaje y, luego lo difícil es crear esa tela de araña de detalles y sucesos que es lo que te va enganchando y conectando. Lo complicado es como ir sorteando los episodios, la información para que el lector quiera seguir leyendo. Eso es lo más complicado. Si te soy sincero tardo mucho en las correcciones y en darle vueltas, pero en lo que es la trama y en elaborarla tengo como verborrea y me sale solo. Modifico muy poco de lo que suelo escribir de tirón.
Es una suerte para el lector ver como lo implicas en la historia
Creo que es la esencia. Yo soy lector y lo que quiero es que el autor me coja de la mano, que me vaya llevando y piense que conozco ese personaje e ir descubriendo con él todas las cosas terribles que ocurrieron en ese lugar y los personajes que están a su alrededor porque si no te quedas un poco frío.
¿Cómo se lleva combinar la actuación con el escribir?
Me siento un afortunado y un privilegiado de hacer lo quiero. El problema es poder combinarlo en el tiempo. Penitencia tendría que haber salido antes, pero por cuestiones de trabajo y personales se ha demorado. Ese es el único peaje que yo tengo que tomar porque no todos tienen la misma inmediatez que yo querría y es una suerte plasmar todo eso.
Después del éxito de la primera novela, ¿cómo ha sido para la publicación de esta segunda?
Estoy bastante nervioso porque con el confinamiento se ha retrasado mucho, se ha alargado y ya tenía muchas ganas de sacarla. La parte más bonita es conocer las opiniones de la gente y comentarla por las redes sociales o en las firmas de libros. Yo creo que eso es el mejor regalo. Estoy como un niño ansioso porque quiero compartirlo, saber que a los lectores les ha gustado y que era lo que esperaban después de No volveré a tener miedo había muchas expectativas y creé unos lectores fieles que es el sueño de los escritores, mi trabajo era no defraudarlos y espero haberlo conseguido.