Portada » Entrevistas » Héctor Castiñeira – Enfermera Saturada: “Nuestro trabajo era estar ahí a pesar del miedo y de sentirnos tan solos”

Héctor Castiñeira – Enfermera Saturada: “Nuestro trabajo era estar ahí a pesar del miedo y de sentirnos tan solos”

Durante la crisis de COVID-19, Héctor Castiñeira (Enfermera Saturada) –@EnfrmraSaturada– se ha convertido en la voz que representa al personal sanitario en medios de comunicación y redes sociales, poniéndole cara a uno de los sectores más afectados por la pandemia. Ha publicado ‘Nosotras, enfermeras. Historias de unos días que nos cambiaron para siempre’, un libro que narra las historias que vivieron las enfermeras durante la crisis sanitaria y que, efectivamente, las cambiaron para siempre.

Se trata del testimonio de una enfermera que luchó contra el coronavirus en primera línea, armada con una bolsa de basura y una mascarilla reutilizada. Pero, en realidad, es también la historia de todos los enfermeros y las enfermeras que plantaron cara al virus, esos a los que la sociedad llamó héroes, y por quienes aplaudía a las ocho, mientras ellos y ellas vivían con el miedo pegado a su espalda.



Enhorabuena por este libro y por darnos esa visión de realidad

Muchas gracias, la idea era plasmar esa visión de lo que estábamos viviendo en los hospitales y lo que vivimos durante esos seis primeros meses de este extraño año que nos ha tocado vivir. Quería que la gente supiese lo que estaba pasando de puertas para adentro.

Hablas de esos primeros casos que os llegaban y de que no sabíais lo que estaba pasando

Al principio cuando empezaron a llegar los pacientes casi no sabíamos lo que estaba sucediendo. Al final, veíamos ese virus que estaba ya en China y que pensábamos que no iba a llegar. Cuando llegó se nos estaba colando por todas partes y tuvimos que rehacer enteros los hospitales.

Nos cuentas como tuvisteis que cubriros con bolsas de basura, no teníais Epis y que fueron momentos muy duros

Esos momentos los resumiría como miedo e incertidumbre. Al final, es lo que vivíamos. Sabíamos que no estábamos protegidos adecuadamente, que estábamos reutilizando las mascarillas, usábamos la misma mascarilla durante toda la semana, que no teníamos batas impermeables y teníamos que ponernos bolsas de basura recortadas para protegernos. Éramos conscientes de que los medios no eran los adecuados y, de hecho veíamos como muchascompañeras se iban contagiando y estaban incluso ingresando en la misma unidad en la que trabajaban. A pesar de eso, teníamos que estar ahí porque los pacientes no tenían a nadie más. Si no hacíamos nosotros ese trabajo no lo iba a hacer nadie. Ellos no tenían ni a su familia al lado entonces, no tocaba de otra que trabajar con el miedo pegado a la espalda.

¿Cuál era para vosotros el peor miedo?

Ese miedo de llevarte el virus a casa, de contagiarte en un momento de tanta carencia de personal porque todos hacíamos falta y todos teníamos que estar. No teníamos días libres, no te podías contagiar porque te tenías que quedar en casa y no podías trabajar. Tenías miedo de llevar el virus a casa y contagiar a las personas que viven contigo. Al final, ellos no tienen culpa de nada, se están protegiendo bien, pero tienes que volver a casa y te puedes llevar el virus aunque no quieras.

Imagino que fue difícil trabajar con ese miedo y esa incertidumbre

Sí, difícil y al final te acabas acostumbrando. Con el paso del tiempo a ese miedo lo coges de la mano y te lo llevas contigo. Yo desde que terminé enfermería nunca había trabajado con esa sensación de miedo y viendo tanto dolor. Ves a muchos pacientes que están pasando la enfermedad en soledad, muy lejos de sus familias o que incluso pierden la vida lejos de sus seres queridos.

En el libro has reflejado algunas historias de pacientes a los que tuviste que tratar como fue el caso de la mujer embarazada con Covid, el chico que con 18 años se contagia…

Estos son un poco los ejemplos más representativos de todos los pacientes que tuvimos esos días. He querido a través de la historia de Lorena o de Antonio reflejar lo que hemos vivido y la manera en la que afectaba tanto a los pacientes como a nosotros. Muchas veces los pacientes que estaban ingresados nos pedían información, nos preguntaban lo que les íbamos a hacer, cómo iba a ser todo y nosotros no teníamos esa información porque era un virus nuevo. A día de hoy, sabemos un poco más de él, pero todavía seguimos desconociendo ciertas cosas. En ese momento sí que no sabíamos nada.

¿Cómo viviste ese primer aplauso que os dieron?

Fue muy emocionante. Lo reflejo en el libro tal cual lo viví porque fue un momento en el que nosotros más lo necesitábamos. Surgió de una manera espontánea, con una cadena de WhatsApp. Nos llegó a nosotros y nos preguntamos si eso lo haría la gente. En ese momento en el que más solos nos sentíamos y cuando trabajábamos con más miedo fue cuando vimos que toda la gente que estaba en sus casas nos daba su apoyo y hacían lo que podían. El que nos mandaran su calor y sus ánimos cada día a las 20:00 horas nos reconfortaba mucho porque nos hacía ver que no estábamos solos en aquella batalla y que la gente estaba dispuesta a animarnos como podían.

Os han puesto la etiqueta de superhéroes y en el libro reflejas que es algo con lo que no os sentís muy cómodos

No porque nosotros nunca nos sentimos ni nos vimos como superhéroes porque no hicimos esto por ninguna heroicidad. Sentíamos que estábamos haciendo lo que teníamos que hacer y que estábamos haciendo nuestro trabajo. Estábamos en el sitio en el que teníamos que estar. Al final, todo esto pasará y cuando echemos la vista atrás veremos donde estábamos cada uno de nosotros en ese momento. Nuestro trabajo era estar ahí a pesar del miedo y de sentirnos tan solos.

En estos momentos y viendo como están sucediendo los acontecimientos da un poco de rabia que algunas personas no se conciencien sobre lo que está pasando y no estén respetando

Sí, da mucha rabia. Yo cuando terminé de escribir el libro, que fue en el mes de junio, nunca pensé que tendría que escribir una segunda parte del libro porque pensé que todos habríamos aprendido algo, pero luego ves lo que estamos viendo cada día en los medios, en la gente de la calle y en los hospitales y pienso que, al final, tendré que escribir esa segunda parte del libro contando como estamos viviendo esta segunda ola.

El vivir esa situación, ¿te ha cambiado?

Yo creo que nos ha cambiado a todos. Es cierto que a mí me ha cambiado. Quizás a los que lo vivimos en primera línea o han perdido a algún ser querido les ha cambiado más, pero a los que estuvieron en casa y no lo vivieron tan de cerca también les ha cambiado la perspectiva. Nos ha hecho valorar más otras cosas que antes no teníamos en cuenta y a lo mejor esa cercanía con los seres queridos al igual que valorar ciertas cosas que tenemos. Esto nos ha hecho poner un poco los pies en el suelo.

Estábamos acostumbrados a leerte con ese característico humor y en este libro nos encontramos con algo más doloroso

Ha sido complicado porque previamente había escrito siete libros de humor y de anécdotas aunque, también, había cierta denuncia de las condiciones que tenemos, pero siempre con ese hilo de humor. De repente, me siento a escribir porque yo tenía la necesidad de contar todo esto y me di cuenta que era incapaz de hacer humor con todas las situaciones que vivíamos y seguimos viviendo. Igualmente aunque no podía hacer humor tenía que escribirlo. Me ha servido un poco como autoterapia personal para contar y soltar todo lo que llevaba dentro. La verdad que la gente que lo está leyendo y, los sanitarios al ver que ellos han vivido y han sentido lo mismo les está ayudando a ver que no eran los únicos que sentían ese miedo y esa incertidumbre.

Gracias a tu libro nos ayudas a ponernos en vuestra piel y creo que sirve para concienciarnos de lo que realmente pasó y sigue pasando en estos momentos

Ojalá toda la gente que cree que esto no existe o que piensan que esto no les afecta leyeran el libro para que vieran que estas consecuencias son reales y qué es lo que sucede cuando alguien no toma las medidas adecuadas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *