Félix Jiménez Velando: “Toda la trama está centrada en la comedia”

Félix Jiménez Velando nos invita a descubrir la vida de Jorge dentro de una novela fresca y divertida, con situaciones y diálogos desternillantes. Con esta historia, el autor nos demuestra que a veces conseguir el amor de tu vida te puede meter en mil y un líos de los que solo el sentido del humor puede llegar a rescatarte.
El autor nos habla de su novela Yoga a primera vista en esta entrevista.
Yoga a primera vista es un libro de humor, ¿con qué se va a encontrar el lector?
Espero que con situaciones que le hagan reír, con una historia que le atrape y le haga pasar páginas. Pero, sobre todo, comedia que creo que es lo que hace falta en estos momentos.
Hacer reír a los lectores a veces es muy complicado. ¿Cómo surge esta historia?
Yo quería contar algo de humor y me apetecía meter un poco el mundo de la televisión que conozco por mi trabajo, también quería ubicarla en Madrid. En este caso cogí algo de mi experiencia personal, pero necesitaba algo de locura. Lo que buscaba siempre era comenzar con situaciones medio normales como que un chico se apunte a yoga para buscar a una chica y, a partir de ahí darle una vuelta y que empezaran a pasar pequeñas desgracias que pudieran ser cómicas. Toda la trama está centrada en la comedia.
En la novela también hay algo de amor
También hablo un poco del amor, del fracaso del amor o como intentar recuperarlo. La novela va en esos términos, que herramientas usar y como hacerlo todavía peor. Aun así lo que he buscado es la comedia. No es muy romántica y no tengo un personaje que digas es el hombre de mi vida.
Jorge demuestra que es capaz de hacer cualquier cosa por amor
Sí, si en su caso es hasta ridículo, pero da comedia que es lo que importaba.
¿Cómo fue para ti el proceso de creación de los personajes?
Necesitaba el típico amigo del héroe que en este caso es Jorge y necesitaba el archienemigo. Le di una vuelta a ese papel y pensé por qué no va a ser un yoguini que se supone que es una persona pacifica, con más tranquilidad y podía ser un enemigo curioso que no se había explorado mucho en lugar del típico cachas, guapo, con cochazo. Luego, metí al Rufi que pensé que siempre un demonio de estos que te lleve a esos mundos viene bien. Un personaje que le da la vuelta a tu vida. Siempre que entraba un personaje nuevo, como ya tenía a Andrea como persona sensata, necesitaba que fueran un poco más locos para ayudarme a crear la comedia que yo buscaba.
Sí, hay algunos personajes muy extravagantes
Sí, es una forma muy clara de definirlos. Es como coger el personaje típico del taxista y esa idea que le gente tiene de ellos de que siempre están enfadados, que te ponen el fútbol y no son todos así. Yo pensaba vamos a hacer uno totalmente diferente porque los tópicos ya los hemos visto muchas veces.
Jorge vive dentro de ese mundo loco en el que le pasa de todo cuando intenta recuperar a Andrea
Era un poco el esquema típico de la comedia de que haces algo todavía peor y peor… iba buscando en cada desgracia el resquicio para meter humor y que el lector pudiera reírse con la novela.
Esos giros que haces en la novela son los que hacen que el lector no quiera parar de leerla
Claro, si solo son gracietas igual el lector acaba cansándose. Si de pronto metes algún pasaje más reflexivo de lo que siente y no sea solo un títere se engancha y, también, con los giros que tienen que ser sorprendentes como en cualquier novela es básico.
Además, el protagonista tiene esa visión sarcástica de la realidad
Sí, es un poco aséptico y amargadillo que a veces sucede cuando pasas de los 20, te metes en el mundo laboral y te das cuenta de la realidad entonces, te puedes amargar o puedes seguir para delante.
Gracias al ritmo narrativo y los diálogos de la novela consigues que sea más dinámica
Yo creo que el diálogo agiliza mucho y es una herramienta muy buena para meter chistes y salir un poco de la primera persona, que es Jorge, y salir un poco de lo que piensa. Entonces ahí ves más claramente como se expresan los otros y se airea un poco la escena.