César Pérez Gellida: “El espionaje y la investigación criminal funcionan muy bien”

"Todo lo peor" de César Pérea Gellida se está convirtiendo en todo un éxito entre los lectores. Foto: M. Tobajas
César Pérez Gellida regresa con Todo lo peor, una novela fría y despiadada como el cruel asesino que la habita. El escritor se sitúa en el Berlín Este de finales de la Guerra Fría en donde han aparecido varios cadáveres de homosexuales bruscamente asesinados. Las autoridades no les prestan atención hasta que un alto cargo de la Stasi que maneja información muy sensible para el Estado aparece muerto en las mismas circunstancias.
Los protagonistas de su anterior novela regresan para hacernos vivir, de nuevo, ese misterio que engloban sus novelas. Viktor Lavrov y Otto Bauer serán dos de los protagonistas encargados de buscar a ese despiadado asesino.
El escritor ha hecho de su nuevo libro toda una joya del thriller negro magistralmente ambientado en una época no tan lejana pero sí muy distante en el ámbito de los derechos y libertades.
Todo lo peor es tu nueva novela en donde vuelves al Berlín de Oriente de 1980
Creo que nunca me fui desde Todo lo mejor porque en el momento en que terminé de escribir una empecé con la otra. No ha habido una discontinuidad. El trabajo fuerte de ambientación, la documentación sobre la época y sobre todo el poder trasladarme yo ahí mentalmente me ha resultado más fácil con esta segunda parte porque ya tenía el bagaje hecho de la anterior novela.
En esta historia encontramos sobre todo dos tramas
Sí, la estructura es parecida a la de Todo lo mejor porque los ingredientes principales no cambian y estamos hablando del espionaje y de la investigación criminal. En este caso en vez de discurrir en paralelo, como ocurría con la anterior novela, están entremezcladas. Seguimos teniendo un común denominador que son los personajes principales como son Viktor Lavrov y Otto Bauer que son los que aglutinan más el protagonismo de la trama. La novela se puede leer de forma independiente, no necesitas leer Todo lo mejor para leer Todo lo peor aunque, yo aconsejo por el desarrollo de los personajes seguir el orden.
En la trama se produce el asesinato de unos homosexuales, un tema que era bastante delicado para esa época
La mayoría de la gente no sabe que en la RDA se despenalizó la homosexualidad en 1968 y hasta 1994 no lo hizo la República Federal Alemana. Es decir, en Occidente estaba penado en la Constitución ejercer la homosexualidad y en la RDA no. Quizá por eso era un foco de atención Berlín Este porque los fines de semana acudían muchos homosexuales desde Hungría, Checoslovaquia y también desde el otro lado del muro. Es verdad que no era algo consentido ni abierto, pero no estaba penalizado.
En este libro recuperas de nuevo a los personajes de Viktor Lavrov, Erika Eisemberg… ¿cómo ha sido volver a ellos?
Estoy encantado. Lo difícil de esta profesión es interpretar personajes porque tienes que salirte de ti mismo para meterte en la piel de unos personajes ficticios a los que tienes que darles vida, tienen que tener alma, su propio léxico, su forma de pensar y de actuar. Una vez que los tienes ya dentro para mí no supone ningún esfuerzo más allá de la concentración. Estoy encantado de volverme a meter en su piel.
A veces haces una conexión con personajes que existieron realmente y puede llevar al lector a una confusión para saber si lo que está leyendo es real o no
El objetivo es ese. El hecho de encuadrar la novela en un periodo histórico donde das una serie de datos sobre hechos que ocurrieron en ese momento e incorporar personajes reales que participan en la trama tiene el propósito de confundir al lector y que en algún momento piense que esa historia de ficción esté ocurriendo en la realidad.
Berlín es uno de los grandes protagonistas de la novela
Berlín tiene un protagonismo muy especial y la atmósfera es un personaje más. Esto sirve para hacer de envoltorio de la historia porque sin envoltorio al final la historia puede diluirse. Es un trabajo que me costó mucho esfuerzo porque es un Berlín que no viví y es muy diferente a lo que estamos acostumbrados hoy en día.
¿Qué nos puedes contar sobre ese Asa, el asesino?
De todos los personajes que he creado es el que más rechazo me genera. Me ha costado mucho meterme en su piel por la crueldad con la que se emplea, por el propósito que tiene que es limpiar el mundo de sodomitas, la crueldad con la que los castiga y como disfruta del dolor. Todas estas cosas me han costado muchísimo y, también, por la dicotomía de ver la forma en la que se desempeña en su cotidianeidad, la forma en la que trata a su mujer, a sus hijos y el cambio que tiene cuando sale a la calle a cumplir con su misión.
¿Podríamos decir que esta novela es la más negra que has escrito hasta el momento?
Puede ser de las más negras, más despiadadas y más ambientadas que haya escrito. Me parece que los dos ingredientes: el espionaje y la investigación criminal funcionan muy bien y hacen que el lector se meta muy dentro de la trama y la viva casi desde una perspectiva de 360 grados.
El libro ha tenido una gran acogida entre los lectores
Es estupenda la acogida que ha tenido. El haber hecho ya una segunda edición viene a decir que la gente esperaba la novela con bastante ansiedad, en cuanto ha salido a la calle han ido al punto de venta a buscarla y yo estoy encantado porque significa que el lector tiene más ganas de libros de César Pérez Gellida.
¿Habrá una tercera parte de estas novelas?
No, el ciclo se cierra con Todo lo peor porque el propósito que yo tenía era recorrer el histórico vital de Armando Lopategui (Carapocha) para que el lector entendiera en cómo ha llegado a convertirse en ese personaje manipulador que tiene un buen propósito que es entender cómo funciona la mente criminal, pero el camino que sigue no es el más apropiado. De ahí toda esa dicotomía entre Todo lo mejor y Todo lo peor, entre el bien y el mal, el lado en el que estás y el que no te importe el lado en el que estás. Todo este tipo de ingredientes hace que estas dos novelas tengan un paraguas común, tengan un sentido y las dos aunque son independientes conformen el todo.
¿Ya tienes tu próxima novela en mente?
Sí, ya estoy trabajando en ella.