Carlos Aurensanz: “El proceso de documentación es largo, pero para mí es hasta divertido”
Natural de Tudela (Navarra) Carlos Aurensanz es un escritor apasionado por la narración histórica. Su primera obra sobre la historia de Navarra en el siglo IX Banu Qasi. Los hijos de Casio, se publicó en 2009 y recibió una excelente acogida. Tras ella llegaron Banu Qasi. La guerra de Al Ándalus (2011) y el final de la trilogía con Banu Qasi. La hora del califa (2013).
Con esta trilogía el autor trasladó a sus lectores a los primeros años de la España musulmana, pero sus inquietudes se complementaron con La puerta pintada (2015) y Hasday, el médico del califa (2016). Este año ha publicado su sexta novela El Rey Tahúr.
Esta novela está ambientada en el reino de Navarra, Tudela, en el año del Señor 1188 y cuenta la historia de Nicolás, un joven aprendiz de cantero que trabaja en las obras de la nueva colegiata cuando descubre una olvidada arqueta musulmana con un ajado pergamino en su interior. Este descubrimiento marcará el destino de todo aquel que tenga conocimiento de su existencia, el del propio reino de Navarra y el de toda la cristiandad.
Pregunta.- El Rey Tahúr es tu sexta novela, ¿qué diferencias va a poder encontrarse el lector con respecto a las anteriores?
Respuesta.- Las primeras novelas eran una trilogía sobre Al Andalus y Banu Qasi. La siguiente novela iba sobre la misma época y, después de estas cuatro novelas ambientadas en esta época del Al Andalus creía que ya tenía todo lo que me apetecía contar sobre esa época y pensé en dar un salto a una época diferente, como un reto personal. Quería una época distinta, una época que conozco bien y en una ciudad que conozco porque es mi ciudad natal, Tudela. El momento es el posterior a la reconquista de la ciudad. Además, es el momento de ebullición de la ciudad en el que está todo por hacer y me apetecía retratar esa época tan interesante. Ese cambio de época de casi 300 años, cambio de cultura de la musulmana a la cristiana es un cambio drástico y es una novela que poco tiene que ver con las anteriores.
P.- Situado en el reino de Navarra en el año del Señor 1188. ¿Por qué esta época y lugar?
R.- En aquel momento Tudela era la ciudad más importante del Reino de Navarra, incluso más que Pamplona. En Tudela estaba la sede real donde tenía la Curia Regis el Rey de Navarra, al principio era el Rey Sancho VI el Sabio y, posteriormente Sancho VII el Fuerte. Es un momento de eclosión de la ciudad, después de la amenaza musulmana está todo por hacer, donde había mezquitas se tienen que construir iglesias, donde está la mezquita mayor se tiene que construir la catedral, la alcazaba musulmana se transforma en un castillo medieval, se construye el puente sobre el Ebro y nos encontramos ante un momento de eclosión. El rey concede a la ciudad el fuero con una serie de ventajas fiscales, económicas y de todo tipo para todo aquel que quiera acudir a la ciudad, ayudar a esa construcción y, también, es un momento de ebullición social. Me apetecía contar ese momento del siglo XII y XIII, esa vida cotidiana como tenía que ser en la convivencia con las tres culturas que coincidían en aquel momento. Había musulmanes que permanecían en su barrio, en la morería, los judíos en su barrio judío, la aljama, y los cristianos.
P.- Esa inquietud por tu tierra, las tres culturas y el arte ¿es la que te ha inspirado para escribir el libro?
R.- Sí, además ya había tocado en la novela de La puerta pintada algo sobre la catedral de Tudela y la hermosa puerta del juicio en la que se ven los premios a los justos y los castigos a los pecadores en una serie de imágenes. Las 150 imágenes reflejan el cielo y el infierno y dan mucho juego literario. Lo que pasa que en aquella primera novela estaba ambientada en la época de la Guerra Civil y de la Posguerra y me apetecía tratar ese mismo asunto, pero en el momento de la construcción de la catedral y de la puerta del juicio de manera que, ese elemento como es la puerta del juicio se configura como uno de los elementos fundamentales, como un personaje más dentro de la novela.
P.- Al ser un libro de novela histórica y ser tan amplio habrá requerido un gran proceso de documentación, ¿cómo ha sido?
R.- Siempre me he caracterizado por dar mucha importancia al rigor histórico y ambientar la trama de la novela en un momento histórico concreto y reflejar como eran los acontecimientos históricos y la vida cotidiana con el mayor rigor posible. Eso requiere un proceso de documentación importante y más en este caso que hay un cambio de época y cultura importante. El proceso de documentación es largo, pero para mí es hasta divertido, entretenido y disfruto recopilando información, leyéndola y entresacando toda la información que me interesa. Te enfrentas con el fuero de la ciudad, que es un tratado de recopilación de leyes y un tratado de derecho, pero lo lees ahora y te puedes reír de las penas que había. Por ejemplo, la pena para los que robaban un gato era coger al ladrón desnudarlo de cintura para arriba y ponerle el gato a la espalda mientras atravesaba toda la ciudad con el sayón dándole con el látigo al gato para que le arañara la espalda. La documentación a veces puede llegar a ser muy entretenida y, una vez que ya tienes la estructura de la novela es cuando tienes que ponerte a escribir, pero es la mitad del proceso. Si yo dedico una media de dos años a cada novela, un año entero está dedicado a la documentación y el otro a escribir.
P.- Es un libro en donde se mezcla la ficción con la realidad
R.- Hay que tratar un poco de compaginar las dos cosas. No puedes escribir un ensayo histórico porque no tendría ningún atractivo para el lector y, tampoco, puedes hacer algo que sea pura invención. Hay que intentar hacer las dos cosas de la manera más coherente e introducir distintos elementos como son las tramas, los enfrentamientos personales de venganza, amor, odio o de vida cotidiana y situaciones que dan interés a la historia, todo ello introducido por el contexto histórico.
P.- La historia cuenta con un gran número de personajes, pero sobre todo hablamos de dos familias. ¿Cómo ha sido el proceso de creación de los personajes?
R.- Suelo dar mucha importancia a los personajes y busco reflejar un poco las características fundamentales de su personalidad. Por ejemplo, aunque la novela se llame el Rey Tahúr, pero en este caso el rey que es Sancho el Fuerte no es el protagonista principal y es uno más de los personajes. Respecto al rey no me interesaba tanto retratar al rey que todos conocemos, al rey vencedor en las Navas de Tolosa sino al rey más humano sometido a las pasiones, al rey mujeriego, jugador, borracho, atormentado por sus enfermedades y eso da muchas oportunidades narrativas.
P.- En la historia no solo hablas de la parte más pobre de las familias también, de la realeza de la época, ¿cómo ha sido la mezcla de estos dos mundos?
R.- El protagonista principal de la novela no es alguien perteneciente a la nobleza ni al clero es un joven cantero que llega a la ciudad desde el norte de Europa atraído por esas posibilidades que ofrece esa eclosión económica de las ciudades después de la conquista de manos de los musulmanes. Si que se establece una interrelación entre los personajes del pueblo llano con los personajes del clero. El prior de la colegiata es uno de los personajes malvados de la novela con el rey, pero intento dar una importancia equilibrada a todo tipo de personajes.
P.- La novela se desarrolla en un momento clave en donde se ven entremezcladas las tres culturas
R.- La ciudad en donde se desarrolla la novela en el momento de la conquista a los musulmanes se les da la opción o de abandonar la ciudad e irse hacia el sur a territorio andalusí o permanecer en la ciudad y es cuando se crea el barrio de la morería como en otras muchas ciudades de la península. La comunidad judía de la ciudad era muy importante y en este momento está dando grandes figuras del mundo literario como Benjamín de Tudela u otros personajes de primer nivel en todo el mundo hebreo. Esa interacción se refleja en la novela. Luego está todo lo que ocurre dentro del mundo cristiano como la influencia del Císter que llega desde el norte y se traduce en los cambios que se van produciendo reflejados en la novela, en los modos de construcción de la catedral que es una de las tramas que se van contando en la historia. La forma en la que se empieza con un proyecto románico y a través de las influencias que van llegando a la ciudad, entre otros por esta familia de canteros que vienen del norte, introducen elementos del gótico.
P.- El proceso de documentación también se ve reflejado en los anexos que guarda la novela
R.- Sí, me gusta que el lector tenga esa información con los planos de la ciudad, los planos del monasterio en donde suceden muchas cosas y me gusta que el lector a la vez que va leyendo tenga referencias visuales. Al final, sí que introduzco una serie de imágenes de elementos que resultan importantes para el lector a lo largo de la novela.
P.- Cuentas ya con seis libros en el mercado, ¿qué te impulsó a escribir novela histórica?
R.- Yo siempre he sido un gran lector de novela histórica y la verdad que esto surgió un poco de manera accidental porque yo nunca había escrito, pero tropecé con la historia de los musulmanes de la zona de lo que es ahora Navarra y era una historia que nadie había contado en novela histórica hasta entonces. Me pareció muy interesante la historia, me atrapó y, al final, surgió el primer Banu Qasi, lo envié a editoriales y para sorpresa mía una editorial me dijo que la publicaba. A partir de ahí ha sido un no parar. He recibido buenas críticas hasta esta novela que ya es la sexta.
P.- ¿Te encuentras trabajando ya en alguna otra novela?
R.- Sí que tengo algo lo que pasa que tengo dos asuntos que son posibilidades importantes, pero todavía no tengo decidido por donde tirar.