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Anna Morató: “Para mí era importante definir qué es la felicidad”

Anna Morató García se ha convertido en todo un referente de la literatura infantil. Foto: M. Tobajas

Anna Morató García se ha convertido en un referente para trabajar los valores en la familia. Gracias a sus libros De mayor quiero ser…feliz y De mayor quiero ser… feliz 2 ha conseguido alcanzar un gran éxito y se ha mantenido siempre entre los diez títulos más vendidos del GFK de la categoría infantil.

En sus libros, la autora muestra seis cuentos cortos en donde potenciar la positividad y la autoestima de los niños. En mayo publicará su tercer libro con el que ayudará a saber utilizar un lenguaje positivo en el día a día.


¿Cómo surge la idea de escribir estos libros en donde trabajas los valores en familia?

Empecé a escribir mini cuentos a mis hijos para enseñarles cosas muy básicas como por ejemplo, que teníamos el baño después de irnos del parque o que había un tiempo en concreto para estar en el parque y que no pidieran más. Yo veía que si ellos lo veían en un dibujo que hacía en forma de cuento lo entendían mejor. Por otra parte, todos estos conceptos que trabajo en los libros de lenguaje positivo y empatía igual se los decíamos por voz para que fueran aprendiéndolos, pero si los metemos en un cuento y al ver las imágenes se les queda mejor ya que al final es de lo que se trata.

Antes tenías un trabajo muy diferente, ¿cómo te ha cambiado el dedicarte ahora al mundo de la escritura?

Yo trabajaba en el departamento de marketing de una multinacional. En ese momento yo no estaba trabajando porque tenía a mis tres hijos y veía esa posibilidad de crear cuentos. También, coincidió que hice una charla-taller en el colegio de mis hijos y la verdad que tuvo mucha aceptación por los niños y ahí fue en el momento en el que me atreví a lanzar un libro.

¿Qué te inspira a la hora de crear estos libros?

Me inspiro bastante en las situaciones cotidianas de la vida de mis hijos. Me di cuenta que en la vida hay gente que les van a decir cosas que no les gustan y quería buscar una forma creativa de que aunque yo no estuviera ahí, no hay que creerse las cosas solo porque alguien las diga.

Con tus libros buscas sobre todo potenciar la positividad y la autoestima

La verdad es que he tenido la suerte de tener unos padres muy positivos y, al final, creo que la positividad es una elección. Esto es lo que un poco intento enseñar en los cuentos y transmitirles a mis hijos. Intento enseñar que aunque haya una situación que no les guste y ellos reaccionen de una forma, les intento enseñar que lo que van a hacer luego con esa reacción es cosa de ellos, como intentar buscar una solución, darle la vuelta o quedarse quejándose todo el rato. Es una decisión que deben de tomar los niños y no los adultos.

¿Por qué consideras estos valores tan importantes para los niños?

Para mí son unos valores que han sido muy importantes a lo largo de mi vida porque, al  final, todos tenemos altibajos, problemas o complicaciones y si los navegas con una seguridad y positividad yo creo que se navega mejor. A mí me los transmitieron mis padres y yo se lo he querido transmitir a mis hijos.

En el libro se puede ver que antes de los seis cuentos que lo conforman hay una introducción en donde hablas de la felicidad

Sí, porque la felicidad es hoy en día una palabra que se utiliza muchísimo. Lo que buscaba es que como el título del libro es tan llamativo con la palabra feliz no quería que la gente se pensara que es de felicidad, de estar siempre contento, de tener todo lo que hemos conseguido y a lo mejor de pequeños la sociedad te hace creer que tener un buen trabajo, dinero o una pareja te va a dar la felicidad y todos somos conscientes de que hay casos en donde se tienen esas cosas y no eres feliz. Para mí era importante definir qué es la felicidad. Podríamos decir que más que es un destino es un poco la vida misma de cómo decides tu afrontar los retos y problemas que vamos a tener.

Es un libro que no solo es para los niños sino que también es una reflexión para los adultos

Uno de los halagos más bonitos que me han hecho los padres cuando me han escrito, que lo agradezco muchísimo, es decirme que el cuento no solo les ha servido a los niños sino que también les ha servido a ellos. A mí me hace mucha ilusión que así sea.

Cada uno de los cuentos de tus libros engloba diferentes valores. Por ejemplo, El misterio del vaso transmite esa positividad

Los seis valores de los cuentos los pensé bastante porque quería englobar todo. De hecho, está la gestión de la frustración y no solo la empatía y el agradecimiento que son valores positivos sino la frustración en sí y la forma en la que la gestionamos era un valor a trabajar. A la hora de dividirlos preferí ubicarlos en diferentes cuentos porque igual algunos niños necesitan más ayuda o trabajar un poco más algunos aspectos.  

¿Qué valores de los que tú transmites en tus cuentos dirías que es el que más difícil te resulta llevar a cabo?

Supongo que un poco el más difícil es la gestión de la frustración. Yo no me suelo enfadar ni molestar por cosas, pero es verdad que hay ciertas cosas que a uno le cuestan más.

Las imágenes son otro de los aspectos fundamentales del libro

Sí, para mí son muy importantes porque a los niños con ellos les llegan mejor los mensajes. Creo que era muy importante que cada página y cada texto vinieran con su imagen. La ilustradora y yo estuvimos mucho tiempo asegurándonos que estaba bien plasmado. Incluso hay algunas páginas que a mí se me ocurre antes la idea del dibujo que el texto como tal. Por ejemplo, en los dibujos de los niños con el diamante para mí era muy importante ese diamante, la forma en la que lo dibujamos y luego ya vino el texto con la explicación.

En los últimos años te has convertido en una de las autoras de referencia para trabajar los valores en familia, ¿cómo te sientes?

Estoy muy ilusionada y agradecida por todas las personas que han comprado el libro, que lo han compartido o regalado en cumpleaños. También, tengo que estar súper agradecida a las blogueras que lo han subido a su Instagram o con los que lo han compartido en sus colegios.

En mayo sacas ¡Hoy voy a tener un gran día!

Este libro es una reedición del primer libro que escribí, antes que De mayor quiero ser… feliz, cuando mi hija tenía dos años. Con este libro quiero transmitir una serie de frases positivas y lo he adaptado más a la edad de los niños que leen De mayor quiero ser… feliz que está entre cuatro y ocho años. Además, con la ilustradora hemos adaptado los dibujos.

¿Hay algún otro proyecto ya en marcha?

Sí, estoy en pleno proceso creativo de otro libro que será para septiembre.

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