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Alberto García-Salido: “Jugar con el tiempo es entretenido”

Todos los finales felices se parecen es la segunda novela de Alberto García-Salido. El autor nos sumerge en las veinticuatro horas que cambiarán para siempre al protagonista de esta emotiva, divertida y frenética novela escrita con el pulso de la vida misma, a partir de aquellos momentos que no se planifican.


Madrid es la ciudad protagonista de esta historia

Principalmente porque es la ciudad en la que vivo y creo que para escribir sobre algo tienes que conocerlo. Desde ese conocimiento ya te puedes plantear rutas, historias y mensajes. Para mí era muy importante que lo que se cuenta en esa ciudad fuera transitable por si alguien quiere hacer las rutas de los personajes.

No solo nos llevas a conocer Madrid también, nos invitas a revivir el momento en el que España ganó el Mundial en 2010

Para situar el libro me interesaba mucho que la gente cuando lo leyera supiera lo que estaba haciendo en ese momento. Antes de empezar a escribir hablé con amigos y les hacía la pregunta de “si me tienes que decir un día en el que recuerdes dónde estabas, ¿qué día sería ese?”. Muchos de ellos contaban eventos trágicos, pero yo les preguntaba por algo positivo y todos volvieron a ese día aunque, muchos no eran apasionados del fútbol. Entonces trasladar la novela a ese día donde muchos nos acordamos lo que estábamos haciendo, me ayuda a conectar con el lector.

¿Cómo fue crear el personaje de Ismael?

Ha sido laborioso y muy interesante. Desde el punto de vista narrativo de cómo establecer puntos de giro o de desarrollar su personalidad y, luego interesante porque le quería encontrar una motivación. Quiero poner a los personajes en ciertas situaciones y jugar con ellos. He aprendido mucho de él por la forma en la que aborda los problemas.

Es una novela que sucede en 24 horas, ¿cómo ha sido el hacer este desarrollo en tan poco tiempo?

Ha sido entretenido. A mí me da mucho respeto el hecho de escribir porque me cuesta mucho denominarme escritor y porque le doy todo el valor posible a la persona que me vaya a leer. El acotar el libro a un periodo determinado de tiempo me parecía útil para jugar con el estrés narrativo sabiendo que en el tiempo que he dicho se va a resolver lo que sucede. Y, además, a mí me va a permitir acotarme y trabajar con ese tiempo para hacer que todo sucede de manera lógica y no se escape nada. En esa escritura es muy importante que haya alguien que lo vaya leyendo y te vaya diciendo si hacia dónde vas tiene sentido. Esto como es un viaje por una ciudad como Madrid los tiempos eran importantes porque yo no quería que fueran falsos. Jugar con eso ha sido un reto entretenido.

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