The Levitants: “Enola ha supuesto una nueva puerta a paisajes sonoros”

The Levitants estarán este sábado en la sala La Lata de Bombillas de Zaragoza. Foto: Javier Biosca
Sergio (voz y guitarra), Dani (batería) y Juan (sintetizadores y coros) conforman The Levitants, un trio de Valladolid cuya propuesta musical oscura y vertiginosa redefine las bases del rock llevándolo a una nueva dimensión con una propuesta inédita. Ellos dejan de a un lado el bajo y cogen los sintetizados para hacer un sonido único y diferente.
En lo musical se lanzaron con Coimbra que les dio la oportunidad de conseguir a miles de seguidores y de llegar a salas y festivales por toda España y, ahora, de la mano de Subterfuge lanzaron el pasado mes de septiembre su álbum Enola. Una nueva propuesta musical que ha llegado precedido de cuatro fantásticos singles como Suicide, Red Lines, Kolmanskop y From the Other Side albergando grandes sonidos y letras entre el resto de los temas del disco.
En estos momentos están reventándolo con su música por las diferentes salas de nuestro país. Hablamos con Sergio y esto es lo que nos ha contado del grupo y de este trabajo.
Para el público que todavía no os conoce, ¿quiénes son The Levitants?
The Levitants somos una banda de rock. Originaria de Valladolid. Tenemos una propuesta distinta a lo que viene siendo el típico grupo de rock porque vamos en formación de trío, vamos sin bajo, con sintetizadores, guitarra y batería.
Eso es lo que os hace especiales y diferentes de otros grupos
Yo creo que eso es importante en la parte del sonido sobre todo, porque antes éramos cinco miembros en la banda e incluso llegamos a ser seis, pero hasta que no hicimos el cambio de formación no alcanzamos el sonido que creo que caracteriza a The Levitants.
Desde vuestro último trabajo han pasado prácticamente dos años, ¿qué ha ocurrido en este tiempo?
Muchas cosas la verdad. Nosotros Coimbra cuandolo grabamos nos habíamos quedado sin dos miembros del grupo y en ese momento teníamos claro que queríamos grabar unas canciones que teníamos en la cabeza y que habían supuesto para nosotros una revolución personal. Luego nos dimos cuenta como una canción que no pensábamos ni grabar, acabó siendo el single y se llamó Coimbra que dio nombre también al disco, nos permitió girar por toda España, cada vez venía más gente a vernos y empezamos a tocar en algún festival que nos llamaron. Luego fichamos con Subterfuge que es nuestro sello de ahora y sacamos un disco como Enola.
Al principio lo hicimos con mucha ilusión, pero sin ninguna pretensión, nos abrió muchas puertas para dar un paso hacia delante, crecer como banda y hacer creaciones como grupo de calado no solo local sino nacional.
Un buen cambio
Sí, la verdad que tenemos mucho que agradecer a Coimbra. De hecho incluimos Coimbra en Enola porque sentíamos que en cierto modo estábamos como en deuda y queríamos darle el homenaje. Este disco estaba masterizado con un productor muy importante y queríamos darle ese honor o esa vida nueva porque creíamos que nos había abierto muchas puertas. Nuestra manera de devolvérselo fue dándole una vuelta y, la verdad que creemos que ha ganado mucho. Además, de incluirlo en Enola para que la gente que nos acaba de descubrir la pudiera escuchar en esta nueva etapa en donde hemos fichado por Subterfuge e ir a sitios más grandes.
¿Qué diferencias podemos encontrar entre Enola y vuestro anterior trabajo?
Yo creo que la diferencia es que somos un grupo con las cosas más claras, con Coimbra estábamos experimentando, en un momento de búsqueda de lo que queríamos hacer y nos dejábamos llevar. Ya con Enola veníamos de la experiencia de haber hecho Coimbra y lo teníamos bastante más claro. Yo creo que sin Coimbra no existiría Enola, pero Enola es mucho más sofisticado y está todo está más pensado.
Coimbra fue esa suerte de serendipia que te lleva a hacer algo sin pretenderlo, solo por estar haciendo música y de repente tocas la clave del sonido que luego nos ha caracterizado y, con Enola ya sabíamos el sonido y por donde teníamos que tirar. Ahora mismo estamos con los temas nuevos porque Enola ha supuesto una nueva puerta a paisajes sonoros por los que nos estamos moviendo y evoucionando. Sé que estamos presentando Enola, pero tenemos muchas ganas de meternos a preparar los temas nuevos y de poder sacarlo cuanto antes.
¿Os ha permitido Enola contar todo lo que queríais?
Lo estamos contando. El disco salió en septiembre, pero el primer adelanto fue justo hace un año con Red Lines. Pasaron nueve meses desde que sacamos el primer adelanto hasta que salió el disco entero aunque, fuimos sacando singles y nos ha permitido que la gente los fuera conociendo. Muchas veces cuando sacas un disco de golpe el foco se queda en dos o tres temas y a nosotros eso nos parecía un error porque pensábamos que teníamos un disco con diez canciones y que las diez merecían ser oídas. De hecho, creo que hemos acertado por el hecho que hemos notado un crecimiento muy importante en donde cada vez viene más gente a vernos y estamos llenando salas. Eso son cosas que nunca nos habían pasado hasta ahora. Por ejemplo, el otro día tocamos en A Coruña y cuando salimos la sala estaba llena y no sabíamos que estaba pasando y en otros sitios como Murcia a los que nunca habíamos ido y son sorpresas muy gratas. Nos queda mucho que contar con el disco en directo y yo creo que lo vamos a poder hacer porque estamos hasta prácticamente noviembre con fechas de conciertos.
¿Qué os inspira a la hora de componer y crear las canciones?
Las letras principalmente las escribo yo y creo que a pesar de eso, somos un grupo muy democrático. De hecho, nuestro productor dice que somos el grupo más democrático que ha conocido nunca. Esto tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Lo bueno que todas las decisiones las tomamos entre los tres, pero lo malo es que las broncas hasta que llegamos a una conclusión son épicas. La composición de las letras van por un lado y yo me siento muy identificado con las vivencias de lo de alrededor.
También, estamos en un momento que ser joven en España tiene unas características comunes en donde todos hemos estudiado, hemos intentado progresar y, al final, parece que todo se pone en contra. Eso en una ciudad como Valladolid en donde ves que todos tus amigos se van fuera o a ti te toca hacer sacrificios muy grandes si quieres vivir de la música a pesar de ser esa generación preparada para el éxito y, al final, es todo lo contrario. Habla un poco de esas vivencias y temas universales como el amor también nos afecta. La verdad es que somos muy críticos con la sociedad. A pesar de cantar en inglés que hace que la gente, a priori, no se pare a escuchar esas letras si tu profundizas en ellas lo que contamos es bastante combativo y de intentar demostrar que estamos aquí por algo.
En este disco cantáis también en español
Han sido acercamientos fortuitos y nada forzado. En el local cuando estábamos terminado los temas como por ejemplo con Hay alguien ahí yo tenía clara una melodía en mi cabeza con lo que quería hacer en el estribillo con la voz, y un día cuando estábamos ensayando la canción, me encajaba tanto por contenido como por sonoridad y cambiarlo no tenía ningún sentido. En realidad, el tema de cantar en inglés, castellano o vasco me parece que es solo un hilo comunicativo, no me parece que sea lo importante en la música.
Lo importante es el mensaje y lo que transmitís
Yo lo siento igual y creo que la gente también lo siente así. No he visto nunca a nadie, que le guste la música, que tenga el problema de escuchar a otros grupos en otro idioma. Algo tan universal como son The Beatles nadie dice que no los va a escuchar por cantar en inglés. El problema parece ser el origen porque somos un grupo español que canta en inglés y parece que eso es lo que a veces echa para atrás. Yo creo que si nos quitamos esos prejuicios y miramos simplemente el hecho artístico, estético y el mensaje creo que todo eso del idioma se queda a parte. Esta es la propuesta que nosotros tenemos para el público. Lo que queremos es dejar que fluya porque esto es música, es arte y tiene que ser un acto de disfrute y de comunión con la gente que lo escucha.
En vuestros vídeos habéis colaborado con Raúl Allén, ¿cómo fue?
Fue una pasada porque Raúl es un buen amigo y es una suerte tenerlo viviendo en Valladolid. Hablando un día dijimos de hacer un vídeo que lo pospusimos y acabo siendo From the other side (Driving) y lo hizo con animación que es lo que él más trabaja. Pero, los otros dos vídeos que tenemos que son Red lines y Suicide también los ha grabado y dirigido él a pesar de ser no ficción. Nos grabó a nosotros con planos con drones y la verdad es que mola mucho. Vamos a seguir colaborando con él porque estamos encantados y, ahora mismo, no me imagino trabajando con otra persona en cuanto a vídeos. Puede pasar y pasará seguramente porque esto se amplía, pero creo que Raúl siempre va a estar ahí porque es un grande.
También, habéis puesto mucho cuidado a la parte estética del disco
Sí, la foto es de otro amigo de aquí de Valladolid que se llama Javi Biosca que trabaja sobre todo en moda en Madrid y nos hizo una sesión de fotos que nos gustó tanto que teníamos claro que la portada nos la tenía que hacer él. Retocó una foto que teníamos y nos gustó muchísimo. Creo que está al nivel que el disco se merece. Representa mucho la esencia que las diez canciones tienen y a Enola, algo muy misterioso, femenino que eso es lo que representa la portada.
¿Cómo estáis viviendo esta gira?
La verdad que muy bien y ahora mismo se ha convertido en nuestra forma de vida. De hecho, cuando no tenemos conciertos algún fin de semana no sabemos que hacer y estamos un poco perdidos en Valladolid y tiendes a salir de ahí porque estás todo el rato en carretera conviviendo con tus compañeros de grupo y amigos. Las experiencias son brutales porque conoces a gente por toda España, conoces nuevas ciudades o hablas con gente que te dice que esto le ha flipado y que hacía mucho que no le pasaba. La verdad es que esto es un subidón.
Este sábado vais a estar tocando en Zaragoza, ¿qué se va a encontrar el público que vaya a veros?
Va a ver algo nuevo porque The Levintans nunca ha tocado en Zaragoza y es una cuenta pendiente que tenemos. No sabemos si nos vamos a encontrar una sala llena o vacía, pero lo que sí que sé es que si a los que vienen les ha gustado el disco, el directo les va a flipar porque creo que hacemos de la experiencia del directo algo realmente memorable.