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David Pérez Sañudo: “Ane sitúa esa imagen divisoria entre dos personajes enfrentados”

David Pérez Sañudo, director de la película "Ane". Foto M. Tobajas

David Pérez Sañudo dirige la película Ane interpretada por Patricia López Arnaiz y Mikel Losada como protagonistas. El director nos traslada al año 2009 en Vitoria cuando se viven unos altercados debido a la inminente expropiación de algunas viviendas. Lide es una madre joven que trabaja como vigilante en las obras del tren de alta velocidad y descubre que su hija adolescente, Ane, no ha ido a dormir a casa. Lide junto a su ex – marido, Fernando, comenzará no solo a investigar el paradero de su hija, sino a adentrarse en el mundo de Ane y a darse cuenta de que ha convivido junto a una desconocida.


¿Cómo te sientes al haber proyectado tu película en el Festival de Cine de San Sebastián?

Estoy muy contento. Cuando terminé el rodaje la sensación fue de mucha frustración porque no tenía nada con lo que comparar y muchas secuencias no se acercaban a lo que yo tenía en la cabeza. Me di cuenta que es cierto lo que se dice que hay que tomar distancia del producto para poder reconciliarte con él. De repente, vi que lo que yo sentía y lo que ocurría no iban de la mano. La noticia me agradó mucho porque para nosotros seguramente es el mejor lugar en donde podamos estrenar. Además, al mismo tiempo, nos pone una etiqueta de calidad que nos permite moverlo con mayor facilidad en el circuito del cine autor o cine de festivales.

Como bien me dices te has tenido que reconciliar con esta historia

Tenía que ver con esa sensación de salto al vacío, de frustración y de decepción propia. Una de las cosas que me he dado cuenta es que uno cree que hace las cosas para uno mismo, pero también para los demás, que levantas la mano y dices aquí estoy, esto es lo que he hecho. Para mí, este no ha sido el caso ahora mismo. Me doy cuenta de lo que yo necesito que es sentirme bien conmigo mismo. Por un lado, me satisface, pero, por otro lado cuando van bien las cosas no te sientes bien con el resultado porque igual querías conseguir otra cosa. Solo ahora, después de unos meses, es cuando empiezo a decir que hay cosas que no están tan mal, que hay cosas que son chulas y a la gente le están gustando. Me ha costado mucho tomar esa distancia y esa frialdad.

¿De dónde nace esta historia?

Queríamos hablar de la comunicación y de eso que desconoces de las personas que tienes cerca. Para ello, teníamos un contexto muy interesante como son las vías que se están construyendo del tren de alta velocidad. Es una línea que siempre nos ha gustado porque una línea de ingeniería civil está diseñada para unir dos puntos, pero de forma simultánea separa dos márgenes. En esa imagen tan simbólica está para mí la respuesta de toda la película. Como contexto creo que Ane sitúa esa imagen divisoria entre dos personajes enfrentados.

Tal y como se muestra en la película, hay personas que no conocen realmente a sus hijos, no saben lo que piensan, lo que hacen o lo que es más importante como son

Estamos en un momento en donde nuestro día a día y nuestra memoria están en un momento selectivo en el que podemos mostrar nuestro perfil de redes, de tal manera que controlamos al 100% lo que queremos mostrar. Eso que queremos mostrar posiblemente es lo que menos seamos. Por ejemplo, una reflexión que hacíamos era el concepto de las personas. Cuando hacemos referencia a las personas hablamos casi de lo más puro y, sin embargo, la persona, que viene del griego máscara, es precisamente lo que se ponían para no ser ellos. Yo creo que con las redes sociales e Instagram se puede volver a esta reflexión de una forma muy notoria. Justo lo que estamos empeñados en mostrar puede que diga mucho menos de nosotros de lo que creemos.

Cuéntanos un poco sobre el rodaje

El rodaje fue duro porque no teníamos mucho presupuesto. Rodamos en cinco semanas y la película necesitaba más tiempo porque no era tan sencilla como para rodarla en tan poco tiempo. A nivel humano fue una gozada. El trio familiar son unas personas a las que admiro y aprecio mucho. Me lo han puesto muy fácil, he aprendido y creo que, al final, el director llega hasta un punto en donde trabaja en colectivo y los actores y actrices te hacen subir o bajar de nivel. Yo creo que en este caso tenemos una unidad familiar que es muy interesante, contamos con un personaje familiar que de alguna manera es un torbellino y, yo soy muy fan de los tres.

Durante la película podemos ver varias escenas de noche. ¿Fue difícil rodar esas escenas?

No especialmente. La dificultad que tuvimos fue el clima, nos salió un mes de noviembre horrible, con un frío insoportable y eso sí que retrasó bastante el rodaje. El rodaje en las obras del tren de alta velocidad era muy caro. Solo teníamos dos jornadas para rodar en las obras, hacía un frío demencial, las distancias eran enormes y fuimos un poco apurados de tiempo. Así que creo que más que la dificultad de rodar durante la noche y el día, lo peor fueron las circunstancias climatológicas.

¿En qué próximos trabajos estás trabajando?

Estamos intentando levantar una coproducción con Aragón. Se trata de una comedia judicial sobre el caso del dopaje del ciclista que ganó el Tour de Francia. También, estamos escribiendo otro proyecto de temática Erasmus. Espero que al menos uno de los dos salga adelante.

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