La exposición “Itinerancia 2017”, en el Monasterio de Veruela
Zaragoza. Llega al Monasterio de Veruela “Itinerancia 2017”, una exposición colectiva que muestra el trabajo de los artistas de La Casa Velázquez de Madrid. La pintura, el dibujo, la escultura, la fotografía, el cine y el vídeo son las disciplinas artísticas que se pueden apreciar hasta el 29 de octubre.
Durante un año de estancia en este prestigioso centro cultural, doce creadores han desarrollado su proyecto artístico por el que fueron seleccionados. “El proyecto de la exposición es que ellos muestren su itinerario creativo a lo largo del año, y la exposición misma se va a desplazar a distintos lugares para que sea vista por el mayor número posible de personas”, explica Michel Bertrand, director de la academia.
Así, tras haber expuesto sus obras en la propia Casa de Velázquez en junio y permanecer estos meses en Veruela, los artistas exhibirán sus proyectos en la Academia de Bellas Artes de Madrid y en el museo Dobrée de Nantes. Durante su estancia en Aragón, la muestra ocupará la nueva sala de exposiciones del Palacio Abacial del monasterio, que ha sido parcialmente restaurado.
La Casa de Veláquez, institución francesa con sede en Madrid, lleva más de un siglo formando a jóvenes de distintas partes del mundo y con diferentes inquietudes artísticas en su red de cinco escuelas. La de la capital de España el centro más joven aunque, dentro de poco, cumplirá un siglo de existencia.
La Diputación de Zaragoza lleva ya 28 años colaborando con la academia concediendo becas para financiar estancias en el centro. Hasta 17 creadores aragoneses han pasado por sus instalaciones, entre los que destacan nombres como Pepe Cerdá, Antón Jordá, Roberto Coromina y Gema Rupérez.
El último becado ha sido Alejandro Ramírez Ariza, cuya experiencia en la Casa de Velázquez llega a su fin participando en “Itinerancia 2017” con su proyecto audiovisual. “La academia ofrece un contexto para la profesionalización del artista, un espacio y un tiempo para la profundización en el trabajo de cada uno, pero también ofrece una serie de conexiones humanas con la gente con la que trabajas y vives que marcan una época en tu vida y que creo que son muy necesarias para el trabajo artístico”, narra Ramírez.
El artista, además, ha destacado la labor de este tipo de instituciones, ya que “ofrecen al artista un futuro, un presente y, sobre todo, una dignificación del trabajo, porque parece que en algunos contextos el arte no está muy valorado y en estos contextos el arte, la investigación, el pensamiento y las humanidades es lo principal”.